Extracción de Aceite de pepita
Siguiendo la línea de gestión de los orujos, después del lavado en la banda de difusión para la obtención de las “piquetas” con riqueza alcohólica y tartárica, la materia sólida húmeda es sometida a un proceso de secado para posteriormente separar la pepita de la piel
La piel se utiliza como combustible en la caldera de vapor de la planta y en el horno de secado del propio orujo.
La pepita de uva pasa a la sección de extracción de aceite.
La extracción de aceite se realiza en cuatro fases:
- Molienda – Peletización: La pepita de uva que contiene un 17% de aceite es molida y convertida en pelets para realizar una mejor extracción del aceite contenido.
- Extracción: En una banda de lavado se disuelve el aceite obteniendo una miscela (hexano-Aceite)
- Destilación: La miscela obtenida en la extractora se somete a un proceso de destilación para la eliminación del hexano quedando el aceite de pepita de uva crudo.
- Desolventización: Para eliminar el hexano de la harina desengrasada procedente de la extractora.
Usos del aceite
Este aceite de toque afrutado se solidifica a baja temperatura lo que le convierte en un aceite ideal para ser empleado en frío para macerar pescados, carnes y preparar vinagretas. Su elevado punto de humeo de 216 C (punto a partir del cual sale humo de la superficie del aceite caliente) lo hace muy apto para la realización de “fondues”.
Se emplea en cosmética por su alto contenido lo ácido linoleico (el mayor de todos los aceites vegetales) para dar suavidad y textura a la piel.
El aceite de pepitas de uva provee vitamina E. También es rico en Omega 6 y Omega 3 que no son sintetizados por el organismo humano y es necesario introducirlos en la dieta alimenticia.
Además no contiene colesterol, y por sus componentes ayuda a aumentar el «colesterol bueno» (HDL) y reducir el «colesterol malo» (LDL) y los triglicéridos; siendo así considerado un aliado en la conservación de la salud cardiovascular, en la prevención de hipertensión, obesidad y diabetes.
